Sutil y directo, metafórico y literal. Así es Polvo de Oro de Marcelo Trumper. Un compendio de 35 poemas que invitan a sentir lo que está escrito y a imaginar lo que está fuera de sus líneas. Es una poesía de contrastes reconciliables. Un tránsito entre lo que pasa y lo que no pasa, lo visible y lo clandestino. Se derriban las antinomias. No hay paradojas irresolubles. Transpira la dialéctica como síntesis de experiencias de varones gais que vivieron en marcos dictatoriales y persisten en marcos democráticos. Nadie puede negar que “Entre restos de orines y de mierda” todavía hay lugar para el cruising. Los baños de los shoppings y del subte, si bien sustituyeron a aquellos ubicados en las antiguas estaciones de trenes, mantienen las mismas prácticas y vivencias. Mientras tanto, “Lo primero es el olor”, los “cuerpos humeantes” predominan como un ritual que no ha logrado desvanecer ni el poderoso grindr.
Cuando quienes leemos no somos poetas, buscamos directamente sentir. Aunque no comprendamos totalmente en la primera lectura, sí queremos evocar, transportar, imaginar, soñar, fantasear y calentar. Es ésta la invitación de Trumper en su primer poema. Un recordatorio a la diversión y celebración con poca o mucha testosterona. Cada uno elige. Sentirse un pendejo transpirado es sentirse vivo:
Que mis poemas huelan a boxers de pendejo transpirado después de una fiesta escribir caliente…
Los poemas de Marcelo Trumper, también, son descripciones de eso tan complejo que llamamos amor. Y el amor no escapa a sus contrastes reconciliables. Nos enamoramos de lo cómodo e incómodo de la otra persona:
Quiero que te enamores de mí pero quiero que te enamores de mi lado perverso de mi lado sarcástico de mi desequilibrio mental (…) porque de mi sonrisa de mi lado gracioso de mi carácter sociable de mi lado cursi de mi ternura cualquiera se enamoraría
Trumper concluye con lo más crudo y sexual. Eso que a muchos incomoda hablar, pero son códigos necesarios y políticos. Ya muchos académicos y activistas han construido un corpus teórico sobre la política del ano y el falocentrismo. En la práctica nadie habla del sentido político, se va directamente al grano: soy activo, soy pasivo, soy versátil, soy versátil más activo, soy versátil más pasivo.
Aún son hábiles cazadores tienen fuerza para soportar de rodillas el placer de una mamada y el embate de una lanza rinden homenaje al deseo como a un prócer…
Polvo de oro es un libro que plasma la madurez de un hombre gay quien acepta el paso del tiempo como una virtud. El polvo de oro es la sonrisa placentera del recuerdo de los grandes orgasmos, es el agradecimiento de la juventud y virilidad que aún se tiene. De manera distinta, pero se tiene.